Levantar en alto los ojos del alma. Algunas reflexiones sobre una imagen platónica
Resumen
Existen los ojos del cuerpo y existen los ojos del alma. Con los ojos
del alma se ve no sólo todo lo que ven los ojos del cuerpo, sino
mucho más. Esta imagen o metáfora, antes de ser platónica, estaba muy
arraigada en la cultura científica y filosófica de los griegos. Por ejemplo, en
la médica: tajante es la afirmación de Hipócrates: «Todo lo que se sustrae
a la vista de los ojos cae bajo el dominio de la vista del intelecto»1. Y
ciertamente, en la cultura médica, el síntoma, que es precisamente lo que
vemos sensiblemente, no es nada si no nos ilumina sobre la enfermedad,
que es lo que vemos con otros ojos, los del intelecto, eso es, del conocimiento. Pero ver «con otros ojos» es una metáfora que tiene una amplia
difusión entre filósofos y científicos preplatónicos, y destaca una capacidad, la del «ver», que alude claramente a la posibilidad de ir más allá de lo
sensible, más allá de aquello que todos ven y sienten; en general, para
captar algo que trasciende, algo no sensible y sin embargo tan importante
que proporciona, él solo, un sentido a todo lo que vemos y sentimos.