El ascenso del alma en la Antigüedad Clásica:
el caso de Alcestes
Resumen
Las ideas de ‘ascenso’ o ‘descenso’ del alma obedecen a una con
cepción de mundo determinada, con un “arriba” y un “abajo”, en
relación con tres planos cósmicos: cielo, tierra e inframundo. La mayoría
de los griegos pensaba que el alma descendía al reino de Hades. Hubo
héroes que llegaron hasta los ‘límites infectos’, sin llegar a atravesar el
Aqueronte, porque entonces no habrían regresado: son Orfeo, Odiseo y
Eneas. Pero éstos estaban vivos. Sabemos de otras almas que se quedaban
como atrapadas entre los dos planos de la vida y la muerte, como
Palinuro y Patroclo, pero no habitaban sus cuerpos, sino que sus espíritus
se mantenían flotando sobre la tierra o en tomo del cadáver, hasta que no
se les efectuaran los rituales funerarios pertinentes, conditio sine qua
non para penetrar por fin a las moradas infernales. Permanecían en una
situación dolorosa, pues podían darse cuenta de todo lo que pasaba en el
mundo de los vivos, pero nadie los veía ni podía comunicarse con ellos,
excepto en sueños. Ya su alma estaba separada del cuerpo.