Pervivencia del silencio órfico en el Logos de Heráclito
Resumen
Todo lo que conocemos de lo órfico oscila entre mito, religión y
filosofía. Los autores que nos han transmitido los textos pueden
haber cambiado, a sabienda o no, su sentido. No es difícil, sin embargo,
descubrir, bajo la nueva forma, un significado acorde a aquellas que
suelen considerarse las líneas fundamentales de la doctrina órfica tradicional.
El silencio parece ser un tema esencial en la especulación de los
pertenecientes a esa secta; sin embargo, Marcel Detienne, en su obra La
escritura de Orfeo1, identifica a Orfeo, su fundador, con “el discurso
teológico”, el hierós logos por excelencia. “Más que cualquier otro
—dice— Orfeo conoce los nombres callados de los dioses”1 2. Y no se
cansa de repetir que “la voz de Orfeo comienza más allá del canto que
recita y relata”3; que “es anterior a la palabra articulada”, y que su canto
“convoca alrededor suyo ‘los animales del silencio’, las vidas más
calladas”